lunes, 13 de junio de 2016

Ese hombre no me quería.

¿Qué esperas que haga? - Me dije a mi misma en el momento que note al estomago encogerse y mi pulso comenzó a temblar. - ¿Qué? ¡Dime! - Le grite en silencio a mi corazón.

¿Acaso puedo yo hacer algo al respecto? - Pensé, mientras que le veía con su semblante serio, cabizbajo y pensativo. Si el decidía llevar aquella vida, monótona, triste y y sin sueños, no era culpa mía. Yo no era alguien que simplemente sirve para que uno no se sienta solo hasta el fin de los días. Yo era una mujer a la cual se debía amar, cuidar y respetar, una mujer con la cual caminar de la mano el resto de la vida, alguien con quien soñar, disfrutar y crear hermosos recuerdos, no un montón de días llenos de dudas y miedos, iguales e identicos. Yo buscaba eso, un hombre completo, un hombre que pudiera amar. Pero que absurda locura, pensareis; si, yo en ocasiones tambien lo pienso. Pues no es acaso el amor, una vil mentira, que nos ofrece felicidad para acabar como un ser vengativo, como si viniera a redimirnos de nuestros pecados en vidas pasadas. Si, quizá, quizá sea eso, y en una vida anterior fui realmente una persona mezquina y traicionera, que ahora debe pagar por cada uno de sus pecados.


Y en ese preciso momento lo entendí - ¡Ese hombre no me quería!

jueves, 9 de junio de 2016

Descubrí

Y entonces descubrí.

Descubrí que por ser buena
no me tratarían con bondad.

Que amar  no significa
que te amen a ti.

Descubrí que el pasado
pisotea el presente.

Que los niños son inocentes
pero solo hasta que crecen.

Descubrí que por fuerte que sea
No siempre soy de piedra

Que las lágrimas realmente
aligeran la tristeza.

Descubrí que la soledad del llanto
es un escudo social.

Descubrí que por mucho que ame,
aquí jamás encontraré mi lugar.


M.Josie Lee

Pablo Neruda - Poema de Amor nº 20


Inicio este blog, con un poema de Pablo Neruda, uno de los grandes poetas del siglo XX. Un poema triste, pero que llega a tocar ese rinconcito del corazón.


20

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: << La noche estra estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos>>.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.